Hay que reconocer
que no se puede tener una única concepción de lo que es la Filosofía, debido a
que existen diversos temas que aborda y también distintas perspectivas desde
las cuales se los miran, y si a eso se le suma la cantidad de autores y las
distintas épocas en las que aparecieron. Esto puede ocasionar de que nos
sintamos un poco confundidos por la variedad que existe en temas, autores y
épocas.
Lo que debería
hacer cada lector es considerar como idea inicial que la Filosofía puede
abarcar cualquier tipo de realidad y, a partir de ahí, saber que cada época y
cada autor ha tenido sus propias preocupaciones e intenciones. E incluso que
existen épocas en las que se trataron varios temas, como también autores que
desarrollaron diversas inquietudes filosóficas y algunas hasta quedaron sin
resolver.
Siempre me ha
gustado empezar una definición partiendo de la etimología y creo que en el caso
de la Filosofía no podía ser de otra manera. Tal vez será porque tengo cierta
afición por el latín y el griego que siempre me han brindado una primera
aproximación a algún concepto o palabra antes de definirlo.
Filosofía. Podemos
ver que en varios manuales o diccionarios se dice que provienen de dos vocablo
griegos: Filo y Sofía. El primero significa amor y el segundo, sabiduría. De
ahí resulta que Filosofía se defina como “amor a la sabiduría”. Bien entendido
también podría significar “amor a la verdad” o “búsqueda de la verdad”, porque
lo que se ama se busca. No quiero ser romántico pero la idea va por ahí.
Deseo que el lector
se anime a emprender esta búsqueda de la verdad. Ya se encontrará con varias
definiciones filosóficas, unas más objetivas que otras, pero depende de cada uno
encontrar esa verdad que busca, no como algo subjetivo, sino como algo
reflexionado, pero que se va asumiendo como algo propio. No olvidemos que la
verdad es verdad venga de donde venga – decían los escolásticos, pero que cada
persona la asume desde su convicción.
Si hacemos un
recuento de la Historia de la Filosofía, ésta tiene como 2500 años, si contamos
a partir de los primeros filósofos griegos que aparecieron en las colinas
jónicas. Ahí surgió algo muy significativo. Se le suele llamar la separación
del mito y el logos. Es decir, se dejó de explicar la realidad de manera
legendaria o mitológica para dar paso a la reflexión racional y al pensamiento
filosófico.
Y es que todo
pensador empieza por tener curiosidad frente a los interrogantes que surgen en
su entorno. El deseo de investigar, de indagar, conocer el sentido último de
las cosas, ha estado presente en la humanidad a lo largo de la historia. Por
eso, todo hombre es filósofo por naturaleza, es decir, con capacidad de
asombro, de indagación, de reflexión, y esto hace posible que puede acercarse a
la filosofía, ejercerla y poder encontrar en ella lo que busca.
Esto también
implica que la filosofía permite tener un pensamiento abierto, no sujeto a ideas
o creencias, sino que va descubriendo lo que es verdadero y, estando dispuesta
a la crítica y al debate, va asentando su propio desarrollo. Debemos aprovechar
lo que ya avanzaron nuestros antecesores, enriquecer las respuestas que ya se
han dado y seguir indagando los nuevos dilemas que van surgiendo.
-Philosodriver-
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