martes, 12 de mayo de 2020

¿Cómo introducirse en el mundo de la Filosofía?

La mejor manera de empezar el estudio de la Filosofía o entrarse en este fascinante mundo es a través de un buen libro. No suelo recomendar ningún autor en especial, pero que sea uno de Introducción a la Filosofía. Esto parecerá evidente, pero muchos se aventuran a leer directamente una obra filosófica y les cuesta entender el asunto que abordan. Incluso otras empiezan por una obra novelesca, pero si les gusta la idea tampoco me parece equivocada. A mí me ayudaron mucho tres autores: Mariano Artiga, Leonardo Polo y Tomás Melendo, todos de editorial EUNSA. Pero tú puedes elegir el que quieras.



La explicación es muy sencilla. Un libro de Introducción, aparte de explicar lo que es la Filosofía, también va definiendo algunos términos filosóficos, y esto es muy importante a la hora de hacer Filosofía, porque algunos autores interpretan algunos términos de manera muy peculiar y es preciso que el lector tenga algún conocimiento semántico al respecto para evitar algunas confusiones. Por lo tanto, junto a un buen libro introductorio, un Diccionario Filosófico a la mano sería perfecto.

Sería conveniente, además, considerar otros aspectos del estudio sobre Filosofía, como el objeto de reflexión, los métodos de indagación sobre la realidad y, finalmente, la relación que se establece con los diferentes ámbitos de la vida. Y éste último aspecto es el que quiero considerar con mayor atención. Es decir, tratar de exponer cómo la filosofía tiene que ver con la vida de cada día y puede aplicarse a cada situación que la misma vida nos plantea.

Cuando pienso en la importancia de la Filosofía para la vida, no puedo dejar de considerar que ayuda mucho a comprender el mundo en que vivimos y a las personas que lo habitan, es decir, aparte de reflexionar sobre la realidad en sí y sobre los seres humanos, no se queda en una actividad solamente intelectual, sino que tiene una relación con la vida práctica. Y será muy fructuosa para el lector que sepa aplicar esa relación a su propia vida.

En la actualidad hay muchos que piensan que la Filosofía no tiene una importancia práctica y que deberíamos dedicarnos a otras cuestiones de la vida y de la cultura. Particularmente me causó mucha pena cuando en la década del 2000 se quitó la asignatura de Filosofía de los Colegios o quedó diluida en algunas competencias que los alumnos debieran alcanzar. Se redujo al mínimo el pensamiento crítico y la Filosofía sólo se dejó para las Academias Preuniversitarias porque algunas cuestiones de sus cuestiones eran tomadas en cuenta en los exámenes de ingreso a la universidad. Menos mal que algunas Universidades sí la consideran dentro de las asignaturas formativas o de Humanidades.

Tal vez tiene que ver mucho con el método de enseñanza/aprendizaje que se empleaba en esos momentos y que hacía ver a la Filosofía como algo secundario y hasta innecesario. Pudo haber pasado que la Filosofía no llegaba bien a los alumnos, o no salía bien de los profesores, y de eso sí tengo experiencia. Y lo más lamentable era que lo más propio de la Filosofía como es la reflexión era lo que menos se hacía.

Por último, considero que debemos aprender de los personajes o autores filosóficos que buscaron responder a las cuestiones de la vida o del contexto vital que les tocó afrontar. Por eso, más allá que hacer un recorrido exhaustivo de la Historia de la Filosofía, lo que intento hacer es presentar algunas concepciones filosóficas que influyeron en mi vida, muchas veces sin darme cuenta, y buscar que de alguna forma influyan también en la tuya.

-Philosodriver-

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